Criados en dos macetas, en mi terraza de Madrid, solo cuatro plantas y estamos comiendo tomates desde el mes de junio.
Son muy ricos, algunos de caprichosas formas.
Ésta preciosa casa del pueblo ya no existe, al intentar remodelarla sus dueños se vino abajo. El paredón también ha cambiado su aspecto, y ahora luce con su nueva baranda de acero negro.
Ya no puedo posar en ella ni sentarme en sus poyetes como a mí me gustaba.
¡¡ Cómo siento que ya no estés ahí !!